“El gobierno de los Hermanos Lelos”, por @apsantiago

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Te cuento un chiste. Ahí tienes que estaban dos chavos en un antro.

-¿Cuál te gustó más?, pregunta el primero.
-La de cabello largo me encantó, pero olía horrible-, contesta el segundo.
-Ya sé, ese es el problema de salir con mujeres que fuman-, le dice el primero.
– Sí, como si tuvieran la cabeza de humo-, bromea el segundo. Jajajaja (ríen ambos).

Hey, lector, ya acabó el chiste. ¿No te vas a reír? ¡Pero si es chistosísimo! ¡Jajaja!

A mí este chiste me lo contó la Comisión Nacional contra las Adicciones (CONADIC) en una cápsula radial cuyo cierre fue: “Cigarro mata carita: deja de fumar. Pide ayuda. Gobierno de la República”.

Terminé de oírlo y me dio tal ataque de risa que empecé a revolcarme en el piso. El problema es que estaba en un microbús. La gente no entendía nada. Creían que me estaba convulsionando e iban a llamar a una ambulancia. Por suerte un señor gritó: “¡Calma, pasajeros, esta persona escuchó el chiste de la CONADIC!”.

Ustedes perdonen. Sólo buscaba hacer un chiste peor que el de la CONADIC (creo que lo logré).

Pero hurguemos ya las vísceras de ese spot que desangra los oídos e insulta la inteligencia de millones, y que debe costarnos una fortuna del espectro electromagnético. Decir “no fumes porque olerás feo” es tan papanatas como decir “no asesines porque los cadáveres huelen feo”, o “usa condón porque con VIH enflacas y pierdes lo sexy”. El tabaquismo mata en México 60 mil cada año, y eso sí es grave. Hay de dos. Una, que los gobernantes nos subestimen tanto que crean que al escuchar “si fumas eres menos guapo” dejaremos de fumar. Otra, más realista, que son bobalicones. Uno se las perdonaría (los tontos también tienen derecho a vivir) de no ser porque ellos nos gobiernan y les pagamos.

Algunos medios han interpretado que el mensaje “las mujeres tienen cabeza de humo” conlleva la idea subliminal de “las mujeres no son seres pensantes”. Lo siento, pero la inteligencia oficial no da para tan elevada perspicacia misógina.

Yo lo que creo es que un equipo de eruditos, tras cerebrales sesiones (en las que salió mucho humo de sus cabezas), resolvió sabiamente que ese era el chistorete estratégico para que los jóvenes huyeran del vicio.

Algunos dirán: “Cálmate, los mexicanos somos de risa fácil. De lo contrario, no nos hubiéramos reído cuando Quico golpeaba con su pelotota la panza del Señor Barriga, ni de El Loco Valdés al sacar la lengua para hacer cara de sapito, ni de Madaleno y Paco Stanley cuando cantaban gori gori gori tilin tin tin de Villalpando pum”. Cierto, pero todos los honores a la CONADIC, que ha marcado un hito en la historia del humor nacional.

Me estoy acordando del día que uno de Los Hermanos Lelos pregunta: “Oye, hermano Lelo, ¿por qué te metes a la alberca con paraguas?”. Y el otro contesta: “Para no mojarme, hermano Lelo”.

Debo confesarlo: la referencia a ellos no es casual. Una fuente confidencial me informa que en los pasillos de esta administración se rumora que al equipo de comunicación del Gobierno lo encabezan… agárrense: Los Hermanos Lelos.

¡Anímate y opina!

 Aníbal Santiago en sus inicios fue reportero de Reforma y otros diarios, y después pasó a escribir en revistas como Chilango, Esquire o Emeequis, en la que hoy hace periodismo narrativo. Ha sido profesor universitario y conductor de televisión. Premio Nacional de Periodismo 2007.
(ANÍBAL SANTIAGO)