El otro caos maratónico

El gobierno capitalino anunció con tiempo que ejecutaría cierres a diversas calles del centro y sur para resguardar a los corredores del Maratón Internacional de la Ciudad de México, pero no todos los ciudadanos estuvieron al tanto.

Pese a las advertencias del GDF, algunas avenidas como Viaducto y calles aledañas a Insurgentes Sur mostraron graves afectaciones viales, afectando a decenas de conductores que incluso se bajaron de sus automóviles.

“Yo no sabía nada, tengo que ir hasta la Central de Abasto para surtirme y ahora voy a llegar tarde. Deberían decir cómo va a estar esto desde antes”, aseguró Raúl González tras esperar 20 minutos en un solo punto.

La Secretaría de Transportes y Vialidad (Setravi) participó activamente con la disposición de 65 elementos encargados de realizar labores de orientación vial, aunque para muchos ciudadanos el operativo no fue suficiente.

Además de los policías de tránsito, el maratón logró capacitar a más de 2 mil voluntarios que ayudaron a evitar mayores conflictos viales así como garantizar el bienestar de los 20 mil corredores que cruzaron 42 kilómetros de la ciudad.

“Es fundamental orientar, agilizar y garantizar la movilidad de peatones, ciclistas y automovilistas que circulan por las calles aledañas a la ruta del Maratón”, comentó el titular de la Setravi, Rufino H. León.

Los puntos estratégicos fueron 20 de Noviembre, Plaza de la Constitución, la Glorieta de Colón, Auditorio Nacional, Moliere y Masaryk, Mariano Escobedo y la Glorieta a José de San Martín, además de los puntos de salida y llegada.

También se cortó la circulación en Avenida de los Insurgentes para abrir espacio a los maratonistas que iban llegando hasta el Estadio Olímpico Universitario, a un costado de la Universidad Nacional Autónoma de México.

(Ignacio Gómez)