Prepara la ciudad una policía al puro estilo CSI

El 16 de enero de 2015 cambiará la forma de ejercer justicia en la capital; la confesión ya no será la principal causa para encarcelar a una persona y ahora habrá que comprobar que es culpable, en lugar de demostrar su inocencia.

Ese día entrará en funciones el nuevo Sistema Procesal Penal Acusatorio.

En este nuevo esquema judicial tomarán especial relevancia las pruebas e indicios que se encuentren en una escena del crimen. Por ello, en la capital se capacita a todos los agentes y policías que tendrán que resguardarlas.

El centro de capacitación se encuentra ubicado en la delegación Azcapotzalco, dentro de la colonia Ampliación Cosmopolita. Se trata del Instituto de Formación Profesional de la Procuraduría General de Justicia del DF.

El coordinador general del instituto es Juan José Olea, quien también funge como secretario Ejecutivo del Consejo de Coordinación para la Implementación del nuevo sistema de Justicia Penal.

En las aulas de dicho instituto se está capacitando a ministerios públicos, agentes ministeriales, policías de investigación, asesores jurídicos y peritos para que sepan cómo realizar esta tarea sin contratiempos.

En ese lugar, además de la teoría, también se realizan ejercicios prácticos de todo tipo, como juicios orales simulados, investigaciones de campo en escenas del crimen recreadas y prácticas de tiro virtual.

La experiencia de Olea Valencia en países como Francia y Estados Unidos le permitió adoptar técnicas de enseñanza novedosas.

En las recreaciones de escenas del crimen, por ejemplo, se replican casos reales, colocando hasta el más mínimo detalle para que los alumnos  puedan resolverlos adecuadamente.

Para ello ya se prepara una serie de protocolos y acuerdos que ayudarán a realizar mejor las tareas de investigación necesarias.

“La SSPDF va a grabar las detenciones, se continúa con equipamiento de los kit básicos de policías de primer interviniente, que es la preservación y conservación del lugar de los hechos”, señala Olea Valencia.

Desde que ingresan a la escena tienen que velar por preservar los indicios, que posteriormente serán enviados a las bodegas de evidencia, que serán requeridos por un juez para demostrar la culpabilidad del imputado.

“Ya estamos listos con esta infraestructura, con este equipamiento y vamos a tener un nuevo sistema tecnológico de interoperabilidad que nos va a permitir comunicarnos, como el Sistema de Averiguaciones Previas de la PGJDF”, dice Olea.

Mientras tanto, los asesores jurídicos y jueces toman clases dentro de las salas de juicios orales de forma intensiva, ya que en mes y medio tendrán que adaptarse al nuevo sistema penal acusatorio.

(Ignacio Gómez)