Saturación e inseguridad, los males del Metrobús

Todas las mañanas, de lunes a viernes, el drama por subir a uno de los camiones del sistema de transporte Metrobús inicia poco antes de que el sol aparezca.

En sus ocho años de funcionamiento, las rutas de las unidades no están bien especificadas y mucho menos en cuánto tiempo arribará el siguiente vehículo a la estación para poder abordarlo.

Los remolinos de gente pueden concentrar hasta 500 individuos que buscan, entre empujones y gritos, ingresar al camión, sin embargo, sólo 160 podrán hacerlo ante la mirada incrédula de los policías que custodian los paraderos.

La seguridad deja mucho que desear

Es precisamente en seguridad donde los usuarios son más sensibles a que los delincuentes los increpen por la falta luminarias, de policías a los alrededores de las estaciones y de cruces confiables.

La Línea 1 del Metrobús posee seis de los 10 paraderos más conflictivos, según el último reporte de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal (SSPDF); Indios Verdes, La Raza, Buenavista, Nuevo León, Sonora y Doctor Gálvez.

“Los rateros no les importa si vas dentro del camión o afuera de la estación, te amenazan y te quitan lo que quieren, le avisas a los policías y te dan largas, cuando el delincuente ya lleva varias cuadras de ventaja”, comentó una usuaria mientras esperaba que un policía tomará su denuncia.

Y es que los 160 viajeros que se mueven tan hacinados son el blanco ideal para los ladrones: de 2011 a 2012 la incidencia de robos en el Metrobús aumentó en 57 por ciento a un ritmo de 7.5 delitos denunciados por mes, principalmente por sustracción de carteras o teléfonos celulares.

Camiones y conductores en mal estado

Por seis pesos, los usuarios se trasladan en autobuses con ventiladores que ya no funcionan, las puertas automáticas ya no abren y cierran como deberían, las marquesinas no prenden o las gomas de la zona articulada están rotas.

Informes del Sistema de Tránsito Rápido (BTR) revelan que desde el 19 de junio 2005, en las Líneas 1 y 2 los camiones no han sido sustituidos por nuevos.

En tanto, los mil 43 conductores de este transporte saben que manejan un vehículo de 3.5 toneladas, a una velocidad de 50 kilómetros por hora requiere de alta capacidad y pericia para resguardar a los más de 1.5 millones de personas que utilizan este medio de transporte.

“La verdad es que al año sólo nos dan un entrenamiento, es insuficiente está capacitación porque manejar una unidad tan pesada es peligroso, y al momento de chocar con algún auto resulta aparatoso y si atropellamos a alguien, generalmente fallece”, aseguró Juan, uno de los choferes.

Lo que es claro es que cuando una ruta de Metrobús ingresa a las avenidas de la Ciudad de México, la mayoría de los operadores son ex conductores de microbuses o algunos con experiencia de apenas tres años.

“La culpa no es nuestra”

Guillermo Calderón, director del Metrobús, señaló que la mayoría de los accidentes es responsabilidad de los automovilistas, más que la falta de capacitación de sus conductores.

“La culpa es de los automovilistas, porque el 99 por ciento de los percances que hay es debido a que no respetan la vuelta prohibida a la izquierda, esto es culpa de un tercero, no de nosotros, sin embargo al momento de la frenada, que es fuerte, los pasajeros sufren caídas y se lesionan”, comentó.

Al hacer una comparativa, el impacto que recibe un automóvil por una unidad de 3.5 toneladas de peso a 50 kilómetros por hora, es igual a un golpe de una bola de demolición para el derrumbe de edificios.

En cuanto al tema de atropellamientos, las impericias de los conductores pueden dejar, en promedio, una persona muerta al año, debido a que la falta de preparación no es la necesaria.

No se cumplen los tiempos

Más por Más realizó recorridos por las cuatro líneas de este sistema de transporte y se constató que los tiempos fijados por el Gobierno del Distrito Federal, en horas pico, no son los que se prometieron.

En la Línea 1, de Caminero a Indios Verdes se registró un tiempo de 110 minutos en lugar de los 90 que promocionó el GDF; en la 2, de Tepalcates a Tacubaya, el tiempo prometido fue rebasado por 20 minutos; en la Línea 3, de Tenayuca a Etiopía, se registró 70 minutos en vez de 55; y en la 4, de Buenavista a las terminales del Aeropuerto capitalino, se marcó 65 minutos y no los 50 esperados.

A ocho años del arranque del Metrobús, los usuarios se enfrentan cada mañana y a horas pico, hacinamientos, falta de seguridad, accidentes, mantenimiento deficiente y falta de capacitación de los choferes.

Metrobús a sus ocho años

377 camiones articulados y bioarticulados tiene el Metrobús para satisfacer la necesidad de 1.5 millones de personas que utilizan este transporte.

Son mil 43 los choferes con los que cuenta este sistema, muchos son ex microbuseros u operadores de la Red de Transporte de Pasajeros del DF, CISA, RECSA, CTTSA, COPSA, TSAJJ, MIVSA o CCSA.

La capacitación que deben recibir los conductores debe ser de, al menos, 160 horas; esto es de 50 por ciento teóricas y 50 por ciento prácticas. Estos cursos los dan especialistas de la Asociación Americana de Seguridad Vial de Estados Unidos.

(DAVID RODRÍGUEZ)