“Ser y parecer”, por Ana Vásquez Colmenares

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Miguel Ángel Mancera

Ser o parecer: el dilema de los famosos que desean ser percibidos de una manera favorable, aunque fuera del ojo de la opinión pública a veces son otra persona.

Porque la congruencia y consistencia son atributos deseables en una figura pública y porque identidad e imagen pueden distar mucho, es que he aceptado la invitación de Más por Más para analizar imagen y mensajes evidentes o subrepticios, voluntarios e involuntarios de las figuras públicas.

Comenzamos con el Jefe de Gobierno de la Cd de México, Miguel Ángel Mancera.

En campaña, se vio a Mancera con un porte relajado, con traje obscuro, pero sin corbata. Muchas veces con una simple camisa blanca arremangada y hasta con ropa deportiva, pues es un consumado corredor, y –dicen- galante con las mujeres.

En su lenguaje corporal es expresivo en el uso de las manos y gestos del rostro, muestra siempre las manos al hablar, recargándolas sobre la mesa o sobre sus rodillas.

En general, estos códigos lo hacen parecer un hombre sencillo, juvenil, y accesible. ¿Será esa su verdadera forma de ser?

En campaña, siendo candidato perredista, sus corbatas generalmente eran amarillas, doradas y con contrastes en plata, que le elevaba el “status” de un simple político a un político de alto nivel. Actualmente el Jefe de Gobierno ha optado por las corbatas de varios colores, quizá para denotar que gobierna para todos y no sólo para los perredistas. Sin embargo, para no distanciarse demasiado de su partido, usa corbatas de amarillo apagado o beige, colores que no le benefician su colorimetría ni a una comunicación de poder.

En una militancia de férrea izquierda, la mano y el puño derecho jamás se usan; no obstante, la mano que usualmente Mancera usa para dar énfasis es la derecha. ¿Será una manera inconsciente de reforzar su claro alejamiento de la izquierda tradicional?

Sus trajes de vestir están bien confeccionados. Sin embargo sus camisas con cuello en punta hacia abajo alargan de más su rostro de por si delgado, y no le favorecen. En cambio, los sacos de dos botones y solapas en pico cortas estilizan su cuerpo, haciéndolo ver más alto,

Con  un  corte de cabello más corto, las líneas de expresión en laterales de boca y entrecejo suavizadas, Miguel Ángel Mancera tiene un aspecto más fresco y jovial ahora como Jefe de Gobierno.

No obstante,  este hombre tan cuidadoso de su imagen, tiene algunos resbalones: voz tipluda que podría mejorar mucho con coaching de voz, discursos planos y aburridos cuando lee (no es un gran orador), reloj muy llamativo, que si bien no es opulento, resulta distractor, al igual que pulseras de hilo, que aunque están de moda, le restan proyección de autoridad. Y por favor! Que se olvide de los blazers cafés, color que ni le va a su tono de piel, ni contribuye a comunicar una imagen de autoridad y seriedad.

¡Anímate y opina!
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* Ana Vásquez Colmenares G.

Politóloga por el ITAM y maestra en comunicación en la Universidad de Columbia en Nueva York. Ha colaborado en Reforma, El Universal, y Emeequis. Empresaria, conferencista, y experta en temas de comunicación política y branding personal.

(ANA VÁSQUEZ COLMENARES | MÁS POR MÁS)