Un espacio para “torear” autos sobre Reforma

Es hora pico en la zona del Auditorio Nacional y ver a peatones esquivando coches para cruzar Paseo de la Reforma es común.

En el tramo que va de calzada Chivatito a Campo Marte convergen un centro de espectáculos con capacidad para 9 mil personas, paradas de cuatro rutas distintas de transporte público y una estación de Metro que diariamente mueve a 245 mil personas.

Pese a la afluencia en la zona, algunos semáforos no funcionan, de acuerdo con un recorrido realizado por MÁSPORMÁS.

Fue en esta área donde, el pasado sábado 11 de octubre, murió atropellado el exembajador de México en Japón y en Canadá, Alfredo Philips Olmedo, hijo de la fallecida coleccionista de arte, Dolores Olmedo Patiño.

El diplomático salía del Auditorio Nacional. Cuando intentó cruzar en dirección a Periférico, un automóvil lo atropelló y perdió la vida.

PROBLEMAS CON LOS SEMÁFOROS

En Paseo de la Reforma, en el tramo Campo Marte-Chivatito (dirección oriente-poniente), existen tres semáforos, pero el ubicado a la altura del Auditorio no sirve.

En ese mismo tramo, en dirección poniente-oriente, hay cinco semáforos, pero tampoco funciona el ubicado frente al Auditorio; el que está frente a calzada de Chivatito funciona sólo con luces preventivas y no detiene el paso de vehículos.

Los desperfectos complican cambiar de acera a decenas de trabajadores, estudiantes y hasta turistas.

Los pasos peatonales son el punto de reunión para iniciar la tarea de “torear” autos para cruzar, pero los vehículos no se detienen.

Algunos peatones hacen de agentes de tránsito y con una mano levantada piden a los automovilistas detenerse para poder pasar.

Otras personas ganan poco a poco terreno al arroyo vehicular hasta llegar al camellón que divide los sentidos de Paseo de la Reforma. Algunos automovilistas entienden el mensaje y detienen la marcha de su auto, otros continúan a toda velocidad.

“Los vehículos pasan muy rápido y no hay una buena señalización, si no te pones buzo caperuzo te llevan”, reconoce Eduardo Malvaez, quien a diario pasa por la zona.

“Una vez quería cruzar por la parte de Campo Marte, me quedé esperando como 10 minutos, no pude porque los coches que vienen de la Fuente de Petróleos pasan muy rápido”, indica Beatriz Flores, quien de lunes a viernes pasa por ese espacio de Reforma.

Durante el recorrido realizado por este diario se observó a dos turistas que intentaban cruzar esa avenida. Sus ojos y sus manos apuntaban al semáforo descompuesto.

Vendedores ambulantes que se localizan a las afueras del Auditorio Nacional refirieron que, por lo general, hay uno o dos accidentes por semana en esta zona.

Carlos, vendedor de frituras, contó que los autos circulan muy rápido y algunos no alcanzan a detenerse por la falta de señalización.

CUATRO RUTAS Y 15 RAMALES

En la zona del Auditorio Nacional dirección poniente-oriente (centro), las unidades de 15 ramales, pertenecientes a cuatro distintas rutas de transporte público tienen su base o cruzan por ahí: Chapultepec-Valle Dorado; Chapultepec-Cuautitlán Izcalli; Chapultepec-Bosques Km 13; Chapultepec-Palmas km 13; Chapultepec – Satélite; Chapultepec – Duraznos; Chapultepec-Ahuehuetes; Chapultepec – Tecamachalco; Auditorio-Indios Verdes; Auditorio-Metro Hidalgo; Auditorio-Zócalo, por citar algunos.

La mayoría pertenece a la Ruta S2, pero también están los que pertenecen al corredor vial Reforma Bicentenario y autobuses de dos rutas de la Red de Transporte de Pasajeros (RTP) que cubren tres servicios distintos (Atenea, Ordinario y Express).

En el tramo observado, los autobuses cruzan cuatro cebras (pasos peatonales), pero una en particular es donde más falta hace un semáforo: frente a la salida del Metro Auditorio, en dirección al poniente de la ciudad.

Para cruzar esa parte, hay peatones que optan por utilizar el paso a desnivel del Metro.

Manuel, un vendedor de dulces, señaló que si sirvieran los semáforos, las cosas serían distintas y no habría tantos “toreros”.

(OMAR DÍAZ | MÁS POR MÁS)