Los años salvajes de La Habana

Cualquiera lector que quiera saber cómo fue el llamado “periodo especial” cubano, que comprende de 1991 hasta 2007, detonado por el colapso de la Unión Soviética y empeorado por la severidad del embargo norteamericano, en el que se experimentó una crisis económica sin precedentes en la isla, un periodo de sufrimiento, carestía y desesperación, encontrará en La trilogía sucia de La Habana del escritor Pedro Juan Gutiérrez una evocación de la atmósfera, el estado de ánimo y la vida cotidiana de aquella época de manera mucho más profunda y fiel que cualquier crónica periodística de la época.

La literatura de Pedro Juan Gutiérrez ha sido catalogada en como realismo sucio. Su obra ha sido comparada a la de gigantes como Charles Bukowski. Quizá porque parte medular de su obra la escribió durante aquel periodo en el que saltaba de una botella de ron a una cama y de regreso a la botella que dejaba para regresar a la cama (con alguien, por supuesto).

Durante su conversación con el periodista Jon Lee Anderson en el pasado Hay Festival pudimos observar las dos facetas de Pedro Juan: el periodista y el narrador. En entrevista para Más por Más nos confesó que es “un escritor muy emocional que escribe desde la intuición, cuando en literatura tienes intenciones lo hechas todo a perder”. En los relatos de La trilogía sucia de la Habana o en novelas como El rey de la Habana el lector podrá sumergirse de lleno en las zonas más recónditas y oscuras de la capital cubana. En los márgenes de una sociedad que ha aprendido a sobrevivir y, más importante, a gozar la vida, a pesar de lo que ésta le ofrece.

Recientemente Pedro Juan lanzó Fabián y el caos, su nueva novela. Publicada, como casi toda su obra, por Anagrama. En ella Pedro Juan regresa a La Habana de los años sesenta en un ejercicio de la memoria que contrasta con esa salvaje prosa utilizada para referir, casi en tiempo real, los años de su juventud. Sin duda uno de los escritores más potentes y originales de toda la lengua española.