Mark Ronson: le llegó la hora, por David Vazquez

Durante la última década, Mark Ronson se convirtió en uno de los productores mas cotizados del pop. En buena medida se lo debe al trabajo que realizó detrás de la consola en “Back To Black” de Amy Winehouse. Ronson estuvo a cargo en varias de las canciones que conforman este álbum, clásico indiscutible. Sus reputación aumentó aun mas tras haber colaborado con Adele en “19”. La lista de artistas que han gozado de sus servicios es amplia y variopinta: desde Duran Duran hastaLilly Allen, pasando por Paul McCartney y los Black Lips.

Al mismo tiempo que diseñaba discos de mucho éxito para otros músicos, Ronson probaba suerte publicando discos bajo su nombre. Tenía la inquietud de ser más que un productor consagrado. Quería ser un artista con todas las de la ley. Hizo tres álbumes que, a pesar de su buena factura y de contar con el apoyo de grandes súper estrellas (desde Jack White hasta Robbie Williams), tuvieron ventas menores de lo esperado.

Sin embargo, todo indica que su suerte está por cambiar. Su cuarto larga duración, “Uptown Special” tiene potencial de ser un cañonazo. Por lo pronto el primer sencillo, “Uptown Funk”, una pieza genial hecha con Bruno Mars, ya le da seria batalla a Taylor Swift por el primer puesto en casi todas las listas de popularidad del planeta, lo cual es particularmente remarcable si tomamos en cuenta que la canción de Ronson y Mars ni siquiera tiene coro.

Y ni siquiera es el mejor momento de “Uptown Special”. Estamos ante una colección de once canciones en la que hay momentos francamente emocionantes. Por ejemplo, el primer tema arranca con la armónica del legendario Stevie Wonder y  con eso basta para poner piel de ganilla. Hay un par de temas (y en sobre todo “Daffodils”) en los que pone la voz Kevin Parker, el delantero del grupo australiano de rock sicodélico Tame Impala, que son geniales experimentos de funk lisérgico. Y quizá la mejor pieza sea la explosiva “Feel Right”, cortesía del Mystical, olvidado rapero de Nueva Orleans que hace el milagro de resucitar a James Brown.

Ahora sí, Ronson ya la hizo.

(David Vazquez)