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11/04/2021
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Piyoli, el restaurante favorito de los hippies

Como los godínez no podemos vivir de pura vitamina T, a veces hay que buscar opciones más explícitamente saludables. Lo malo es que suelen estar muy caras o ser medio desabridas. Por eso hay que visitar lugares como Piyoli, que no te desfalcan ni te dejan con la sensación de que pagaste por comer cartón sin sal (pero eso sí, rico en omegas).

Este pequeño local de la Escandón tiene el superpoder de hacer platillos irresistibles con todos esos ingredientes que los nutriólogos te dices que comas… y otros que no tanto (se vale, el chiste es el equilibrio). Por ejemplo, te puedes desayunar unos Jijosdelmaíz –chilaquiles horneados– unos Legal Beaner –molletes de pan artesanal con mozzarella fresco– o un Pacha –huevos orgánicos en cazuela con chorizo y queso manchego–.

A la hora de la comida o de la cena, no hay pierde con los sándwiches. Nos gustan especialmente el Chacahua –atún, jengibre, pepino, aguacate y ajonjolí– y el Aquí y ahora –pollo, aguacate, jitomate, lechuga y hummus–. Las opciones veganas están sabrosísimas: el Kumbala lleva betabel, espinaca, miel, semillas y jocoque o mayonesa veganos; el La Tierra es de Quien la Trabaja es de vegetales, espinaca, champiñones y hummus. Para acompañar, pídete una ensalada Fuck Monsanto, de mango, aguacate, jengibre y hierbabuena, ¡que vivan los ingredientes orgánicos!

De tomar hay jugos de mil combinaciones frutales, a los que les puedes añadir superalimentos –alga spirulina, maca, hemp, açai… todas esas cosas que están de moda– para mayor punch. También infusiones y un café muy bueno.

Como ya sospecharás por los nombres de los platillos, acá la actitud es chaira y buenaondita del lugar. Deja que te contagien de su buena vibra.

pitoli-sandwich
Dirección:
José Martí esquina Astrónomos, Escandón; 5271 4909.
Lunes a viernes de 8 a 22 h, sábado y domingo de 10 a 20 h.
piyoli.com

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Estudió Comunicación en la UNAM, pero en realidad aprendió a escribir en los chat rooms noventeros y luego en los blogs. Es tan fan de la Ciudad de México que tiene el mapa del Metro tatuado en el brazo.