Ciudadela: foco rojo

Vecinos dicen que el descuido de la plaza ha elevado la inseguridad. El delegado admite que está “en completo abandono”.

Para llegar a su casa, Perla Reyes camina sobre el carril del Metrobús que se extiende sobre avenida Balderas. Prefiere esquivar vehículos a correr el riesgo de que se repita el episodio que vivió hace unos meses, cuando trataron de arrebatarle sus pertenencias. Ocurrió de noche, a un costado de La Ciudadela, donde un hombre la acorraló y la manoseó mientras buscaba su cartera, y ella, tras forcejear, logró escapar.

Perla no es la única vecina de la zona que ha padecido la inseguridad en la plaza, sitio histórico de la época de la Revolución Mexicana y hogar de la Biblioteca de México. Según colonos, el problema ha ido en aumento desde 2012 y es producto de que las autoridades han descuidado el lugar.

Cada día, de acuerdo con estadísticas del Gobierno del DF (GDF), ciudadanos denuncian cuando menos un delito cometido en el perímetro de La Ciudadela. La cifra no está entre las más altas de los sectores que conforman la delegación Cuauhtémoc, pero sí es superior a la de colonias consideradas altamente peligrosas, como la Morelos.

En su conjunto, la Cuauhtémoc es la demarcación con el tercer más alto índice delictivo de la Ciudad de México, solamente después de Iztapalapa y la Gustavo A. Madero, pues en ella se registra un promedio de 10 delitos diarios.

Jonathan Martínez también ha sido víctima de la inseguridad en la zona. Estudia en la Vocacional 5 del Instituto Politécnico Nacional (INP), ubicada en las calles de Emilio Dondé y Enrico Martínez, y una noche, después de salir de clases, fue asaltado cuando cruzaba por la plaza. Con una navaja, dos hombres lo amenazaron para que les entregara su teléfono celular.

Vecinos consideran que el descuido del lugar por parte de las autoridades —delegacionales, capitalinas y federales— ha derivado en que falten iluminación y vigilancia y en que delincuentes, poblaciones callejeras y otros grupos se instalen ahí e incluso lleguen a colocar campamentos.

Los colonos afirman que, además de asaltos con y sin violencia, por lo anterior hay robos, venta de drogas, prostitución, peleas callejeras y fiestas clandestinas, para las que los organizadores colocan bocinas entre los árboles y convocan a bailes que se extienden hasta la madrugada.

“Está en completo abandono”

Rosalía, quien pidió ser citada con un pseudónimo por temor a represalias, tiene más de 40 años viviendo en la zona. En su opinión, La Ciudadela empezó a deteriorarse cuando se remodeló la Alameda Central, a finales del mandato de Marcelo Ebrard (2006-2012), y las poblaciones callejeras que estaban ahí fueron retiradas y se mudaron al parque de Balderas.

Cuestionado sobre la situación en la plaza, el delegado Ricardo Monreal, quien asumió el gobierno de la demarcación el 1 de octubre, reconoce: “Se requiere mucho dinero para darle una nueva imagen a la zona porque está en completo abandono”. Monreal es militante del partido Morena, que en junio arrebató la delegación al Partido de la Revolución Democrática (PRD).

El abandono señalado por el funcionario se da a pesar de que el más reciente Plan Integral de Manejo del Centro Histórico de la Ciudad de México incluía a La Ciudadela en la lista de espacios que debían ser recuperados por el gobierno capitalino. Según el documento, la recuperación abarca aspectos urbanos, económicos y de seguridad, para garantizar que el perímetro de la plaza sea habitable y atractivo para residentes, trabajadores y visitantes.

Hasta la fecha, sin embargo, las autoridades no han realizado intervenciones significativas en La Ciudadela. Únicamente se han llevado a cabo labores de poda, cambio de piso y reparación de luminarias, y éstas, según se corroboró, sólo funcionaron durante dos días.

Las áreas de comunicación social de la Autoridad del Centro Histórico y del Fideicomiso del Centro Histórico argumentan sobre el tema que el Plan Integral de Manejo del Centro Histórico de la Ciudad de México es solamente una “recomendación”, es decir, un documento que no obliga a las instituciones a diseñar proyectos específicos a corto, medio o largo plazo.

En tanto, el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), instancia federal responsable de la Biblioteca de México, reconoce que, luego de la remodelación que se hizo al edificio en 2014, no está planeada otra intervención en la plaza.

Para los vecinos, si la desatención se mantiene, La Ciudadela dejará de ser recordada por su valor histórico, o por sus tradicionales encuentros de danzón los fines de semana. En cambio, dicen, pasará a ser símbolo de la inseguridad en el centro de la capital.

Planes

El plan para el manejo del Centro Histórico incluye puntos para La Ciudadela:

  • Rehabilitación de la plaza y del Jardín Tolsá, así como del Jardín Tres Guerras y de la Plaza San Juan, en la calle Buen Tono.
  • Según el documento, para mejorar las condiciones de vida en el lugar, se deben rescatar los espacios públicos y convertirlos en punto de encuentro.
  • Un aspecto considerado clave para concretar esta labor es retirar el comercio de la vía pública, además de modernizar la infraestructura urbana.

Con dos siglos de historia

La plaza de La Ciudadela se estableció en 1807 para albergar las instalaciones de una fábrica de tabaco. Tres años más tarde se convirtió en un punto estratégico de la guerra de Independencia. El edificio que hoy ocupa la Biblioteca de México fue usado como cuartel y cárcel, donde José María Morelos pasó sus últimos días antes de ser fusilado en Ecatepec, Estado de México. Un siglo después, en ese sitio ocurrieron las ejecuciones de la llamada Decena Trágica, el episodio que señaló el final del gobierno de Francisco I. Madero.