El Metro, lento con bebederos

En agosto, la institución prometió instalar 390 en la red, pero desde entonces sólo ha colocado 30 y no todos funcionan.

Las autoridades del Metro de la Ciudad de México avanzan con lentitud en su promesa de instalar 390 bebederos dentro de esta red de transporte masivo, pues a cinco meses del anuncio, realizado en agosto, han colocado menos de 10% del total.

A la fecha, de acuerdo con cifras del propio Sistema de Transporte Colectivo (STC), se han instalado 30 bebederos. Sin embargo, según se documentó en recorridos, uno está en su edificio sede —es decir, no es de acceso al público— y solamente 26 están colocados en estaciones y se encuentran en funcionamiento.

En la estación Cuauhtémoc de la Línea 1, por ejemplo, se halló una estructura cubierta con un plástico negro, mientras que en la estación San Lázaro, perteneciente a la misma Línea, trabajadores de vigilancia y de intendencia refirieron que el bebedero fue retirado por funcionarios poco tiempo después de su inauguración.

Una situación similar ocurre dentro de la estación Peñón Viejo, de la Línea A, donde el bebedero no funciona debido a falta de agua en la toma y también a fallas en la instalación. “Siempre tiene fuga y mejor lo dejan sin operación porque, con lo escasa que es el agua en esta zona [ubicada al oriente de la capital], que se ande desperdiciando no es la opción”, dijo el policía que vigila los torniquetes.

De los demás bebederos instalados, uno se encuentra en la estación Pantitlán —una de las de mayor afluencia de toda la red— y el resto se reparte en estaciones de la Línea 12: Mixcoac, Culhuacán, San Andrés Tomatlán, Lomas Estrella, Calle 11, Periférico Oriente, Tezonco, Olivos, Nopalera, Zapotitlán, Tlaltenco y Tláhuac. Según se constató, estos últimos funcionan con normalidad, aunque son pocos los usuarios que se acercan a utilizarlos.

Algunos pasajeros entrevistados dijeron desconocer que hay bebederos dentro de las estaciones del Metro, en tanto que otros que aseguraron saber de su existencia comentaron tener desconfianza sobre si el agua que ofrecen es apta para el consumo humano, o bien, que se han encontrado con problemas en ellos.

“La última vez que lo intenté usar [en la estación Nopalera] sí salió agua, pero el sabor no me gustó. ¡La escupí! Sabe mucho a tierra. Yo prefiero aguantarme la sed o gastar en mi botellita de agua”, señaló Eder Hernández, quien viaja todos los días en la llamada Línea Dorada para llegar a su trabajo en avenida Insurgentes.

Otros usuarios dijeron que un factor que desincentiva el uso de los bebederos es que algunos están en la zona de taquillas. Esto significa que deben pasar los torniquetes para llegar a ellos, en vez de poder hacerlo sin salir del andén.

En cambio, empleados del Metro comentaron haber resultado beneficiados con la instalación de los bebederos. “La gente muchas veces pasa tan rápido que no se da cuenta de que tiene agua gratis en las estaciones, por eso son pocos los que sí los ocupan. Pero el agua sabe bien, yo de ahí agarro hasta para mi café”, dijo un trabajador de la estación Periférico Oriente.

La meta, terminar en 2016

Para la instalación de los bebederos se ha gastado cerca de un millón 200 mil pesos y se tiene contemplada una inversión extra de al menos otros 14 millones 500 mil pesos. De acuerdo con los reportes del STC, lo anterior se debe a que cada bebedero tiene un precio aproximado de 40 mil pesos más IVA.

Jorge Gaviño, director del Metro desde mediados de 2015 —cuando relevó a Joel Ortega—, explicó que el objetivo de esta medida es cumplir con un decreto local que obliga a las autoridades de la Ciudad de México a facilitar a las personas el acceso al agua potable.

“Vamos a cumplir con la ley, pues se trata de todos los espacios públicos, y que donde se conglomere gente se tengan bebederos para libre demanda. La idea es que nosotros coloquemos bebederos en todas las entradas de las estaciones”, dijo el funcionario, diputado local por el Partido Nueva Alianza (Panal) en la pasada Legislatura.

Dentro de la logística para los próximos meses, agregó Gaviño, se tiene previsto que se dé prioridad a las estaciones con mayor número de usuarios —como Indios Verdes o Universidad, de la Línea 3, o Cuatro Caminos y Zócalo, de la Línea 2—, bajo el argumento de que así se beneficiará a más personas.

El Metro recibe un presupuesto anual de más de 15 mil millones de pesos y se estima que por sus 195 estaciones se mueven alrededor de cinco millones de pasajeros diariamente.

A decir de Gaviño, la meta de la institución es que todos los bebederos prometidos estén instalados para el cierre de 2016. Sin embargo, para lograrlo las autoridades deberán apretar el paso, pues eso implica colocar un promedio de 33 bebederos por mes.

Bebederos

Estos son algunos aspectos sobre los bebederos instalados en el Metro:

  • Para poder dar servicio a los usuarios del STC, deben cumplir con las normas oficiales de salud NOM-127 y NOM-224, referentes al servicio de agua para el consumo humano.
  • Por lo general, cuentan con un sistema de filtración y purificación formado por un filtro KDG con carbón activado con concha de coco y plata coloidal.
  • Para colocarlos, en principio el STC busca el patrocinio de empresas particulares. Cuando los módulos están instalados, son operados en coordinación con el Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex).

La obligación establecida en la ley

El 23 de marzo de 2015, se publicó en la Gaceta Oficial de la capital el decreto de reforma a cuatro leyes locales: la de Aguas, la de Desarrollo Urbano, la de Salud y la de Establecimientos Mercantiles. Con ello entró en vigor la obligación para las autoridades centrales y delegacionales, así como para los administradores de plazas comerciales, de instalar bebederos o estaciones de recarga de agua potable, “para garantizar a la población el libre acceso al agua para consumo humano”.