Obras ‘abrirán cancha’ a ciclovía

En el desnivel Mixcoac-Insurgentes, el GDF aceptó incluir un espacio para ciclistas, a raíz de que organizaciones señalaron pocas opciones de movilidad.

Cuando el gobierno capitalino anunció la construcción de un desnivel en la zona Mixcoac-Insurgentes, la obra generó protestas de vecinos y organizaciones civiles que acusaban afectaciones a la movilidad y al medio ambiente. Ahora, meses después del inicio de trabajos, esos mismos críticos aplauden algunos de los ajustes hechos al proyecto. En particular, que se incluirá una ciclovía.

Aunque los detalles todavía están bajo análisis, las asociaciones sociales ven este punto como un logro, pues aseguran que el plan original únicamente atendía las necesidades de los automovilistas, contrario a los principios de la Ley de Movilidad y del nuevo reglamento de tránsito. En síntesis, ambas normas establecen que las autoridades deben atender a todos los usuarios de la vía pública.

Para la construcción de esta ciclovía, organizaciones como Transita Seguro, Bicitekas, Civita, el Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo (ITDP) y TDA elaboraron un anteproyecto y lo entregaron al gobierno capitalino. En él, plantean que la longitud de la vía sea de seis kilómetros, tres en cada sentido.

La Secretaría de Medio Ambiente (Sedema) difiere en este punto, pues calcula que la extensión será de 1.4 kilómetros. Sin embargo, coincide con las asociaciones en que esta obra será benéfica para la zona, que podrá conectarse con cuatro áreas cercanas donde opera el programa Ecobici.

“Hemos estado en reuniones interinstitucionales para poder desarrollar una propuesta que permita generar una visión integral de calle completa. Continuamos evaluando las ideas para que den solución y atiendan las necesidades específicas de los habitantes de la zona y de quienes transitan: peatones y ciclistas”, dice Iván de la Lanza, director de Cultura, Diseño e Infraestructura Ciclista de la Sedema.

El funcionario detalla que se estima que la ciclovía tenga un aforo de cuatro mil ciclistas. Además, podrá conectarse con otras en Eje 7 Sur, Adolfo Prieto y 20 de Noviembre y, para febrero de 2016, con las de las avenidas Revolución, Patriotismo y División del Norte.

Ciclistas seguros “en todo momento”

Vecinos de la zona consideran positivo este ajuste al proyecto. No obstante, exigen que en la construcción las autoridades incluyan las suficientes medidas de seguridad para proteger a los ciclistas, como delimitar claramente la ciclovía, colocar señalizaciones y dotar al tramo de iluminación.

Estas medidas, subrayan, son necesarias para disminuir riesgos y accidentes como los dos ocurridos apenas en la semana anterior: el de una joven de 21 años que fue atropellada en Reforma y el de un hombre arrollado en Periférico Oriente.

La prioridad es que el ciclista esté protegido “en todo momento”, dice Patricio Ruiz, integrante de la organización Bicitekas, mientras Maytonce García, de la asociación Transita Seguro, señala que los detalles de la obra deben contemplar otros aspectos, como paradas exclusivas para el transporte público y pasos peatonales.

“Para ellos [las autoridades capitalinas] es mucho más sencillo llevar a cabo el tema como lo tienen. Obviamente, incluir una ciclovía es mayor trabajo de diseño y las propuestas siguen en un estira y afloja. La visión debe abrirse y no sólo contemplar Mixcoac, sino tener en mente que desde Patriotismo hasta Universidad puede colocarse el carril”, dice García.

Los costos

La Secretaría de Obras (Sobse) asegura que los trabajos derivados de la ciclovía podrán realizarse sin contratiempos, pues sus gastos están incluidos en los seis mil 500 millones de pesos presupuestados para todo el desnivel.

Algunos expertos en infraestructura urbana estiman que una ciclovía tiene un costo aproximado de un millón de pesos por kilómetro o incluso menos.

Hasta la fecha, la Sobse, la Sedema y la Secretaría de Movilidad (Semovi) han llevado a cabo cuatro mesas de trabajo para discutir cómo incluir en la zona carriles exclusivos para ciclistas.

Además de estas vías, el proyecto del desnivel prevé un camellón central en Río Mixcoac, con parque lineal, áreas verdes, cruceros seguros, áreas de descanso, fuentes y alumbrado público.

Las autoridades afirman que con esto se busca dar vida al concepto de calle completa, es decir, una en la que el peatón sea el protagonista de la vía pública, no los vehículos motorizados. Sin embargo, las organizaciones de la sociedad civil advierten que todavía es necesario vigilar que esos buenos deseos se conviertan en realidad.

La obra

Los trabajos en la zona de Mixcoac-Insurgentes comenzaron este año y comprenden varios puntos:

  • Este desnivel es una de las seis adecuaciones viales contempladas en el Programa de Mejoramiento Urbano y Mantenimiento Integral del Circuito Interior, para convertirlo en una vialidad continua, sin semáforos, a lo largo de 34 kilómetros.
  • Con esto, según las autoridades, no sólo se agilizará el flujo en Circuito Interior, sino también en vialidades cercanas como Insurgentes, Barranca del Muerto, Revolución, Universidad y José María Rico (Eje 8 Sur).
  • El doble túnel tendrá una longitud total de mil 500 metros. El primer desnivel irá de Universidad a Patriotismo, y el segundo, en el sentido de Molinos a Universidad.
  • En el primer desnivel habrá incorporación en Insurgentes y una salida en Barranca del Muerto. En el segundo habrá una salida hacia Eje 8 Sur.
  • Las obras las realizará la empresa Grupo GAMI, que ganó una licitación pública. El esquema es de contrato de Pago por Prestación de Servicios (PPS), el cual concluye en 2025.
  • Dicho contrato también incluye la construcción de adecuaciones viales en cinco puntos (Molinos, Tlalpan, Canal de Tezontle, Eje 4 Sur y Oriente 106), más el mantenimiento de los 42 kilómetros de Circuito Interior, con una inversión total de seis mil 500 millones de pesos.

La expansión de las ciclovías

El primer carril de la capital exclusivo para bicicletas se construyó en 2004, durante la gestión de Andrés Manuel López Obrador como jefe de Gobierno, cuando empezaban a cobrar fuerza las demandas de ciudadanos por infraestructura especial para viajes no motorizados. Cuando se terminó, esa primera ciclovía acumuló una extensión de 60 kilómetros, que conectan la zona de Polanco y la de Tlalpan. En la actualidad, la ciudad tiene 80 kilómetros de ciclovías. La mayoría de ellos está distribuida en la zona centro.