‘Una de ladrones y policías’, por @alexsanchezmx

Tres horas después vuelves a tu departamento, metes la primera llave en la cerradura, luego la segunda y al abrir la puerta encuentras los cajones de los armarios de las habitaciones volteados por todas partes.

Lo único que te dejaron fueron papeles revueltos, poca ropa y calcetines. Todo eso esparcido en el suelo.

Los muebles que no cupieron por la ventana, por la que los ladrones lograron meterse, están de cabeza. De pronto otra sorpresa: un instante de tu vida parece muerto. Aquél momento lleno de alegrías y sabores con quien compartiste y quedó fotografiado fue pisado durante el robo. Las piedritas en los zapatos de quienes entraron dañaron la imagen.

Un retortijón en la boca del estómago te hace salir a tomar aire, pero vuelves a la escena. Nada ha cambiado. ¡Bienvenido a las estadísticas de robo a casa habitación en la Ciudad de México!,  donde cada día se registran 280 casos, más de los que se dieron durante el año pasado.

Ya en el Ministerio Público vuelves a contar tu historia por enésima ocasión. Ahora un policía judicial te entrevista. Al tipo de rostro moreno con cicatrices propiciadas por el acné tratas de darle la pista más valiosa que recabaste entre los vecinos.

Esa tarde la administradora del edificio dio acceso a un grupo de trabajadores del Gas Natural supuestamente para revisar una instalación, pero la señora se marchó y dejó a los hombres en el interior del condominio.

Alguien, sin embargo, vio como un auto negro con una franja roja en el techo -nunca antes visto- entró al estacionamiento, cerró el portón y salió presuroso apenas 15 minutos después.

Pero el jefe del policía judicial, entrado en los 60 años y a quien le faltan varias piezas dentales, interviene mientras fuma un cigarrillo que detiene con los labios mientras habla. Con un aire que te dejará frío te dará inmediatamente su conclusión del caso

Los del gas, dice, serían muy pendejos para haber sido ellos. Y, ¿echarse un clavado en las cámaras instaladas cerca de tu casa? Mmmm. No va a ser fácil. En esta zona de Miguel Hidalgo, sigue, apenas tenemos tres cabrones para manejar 300 cámaras.

Entonces entiendes lo que te quiere decir el jefe judicial.

En otras palabras ya te chingaste. Y entiedes también por que el robo a casa habitación está repuntando en la capital del país.

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 (ALEJANDRO SÁNCHEZ / @alexsanchezmx)