Haz el bien. Come pizza

Foto: Lulú Urdapilleta

Además de darle la vuelta al platillo italiano más popular del mundo, Pixza pretende cambiar la vida de mexicanos a los que no les ha ido tan bien

 

Cuando te sirven una tlayuda gigante, a veces es imposible dejar de hacer la comparación con una pizza. ¡Claro! La pizza oaxaqueña. Lo mismo pasa con las petroleras o los huaraches: son sospechosamente parecidos. Por eso, una fusión no es absurda: pizza con base de maíz… ¡azul! ¡Qué gran concepto! Ahora nos extraña que se haya tardado tanto en surgir.

La idea no se le ocurrió a cualquier emprendedor con signitos de pesos en los ojos, sino a unos chicos con ganas de generar un cambio social positivo. Pensaron en un restaurante que, además de ofrecer el novedoso platillo, sirviera como plataforma para ayudar a adultos en situaciones marginales.

Así funciona: por cada cinco rebanadas vendidas, Pixza le regala una a alguien con carencia alimentaria. En un papelito, tú puedes dejar un mensaje buena onda para quien la vaya a recibir. Pero la cosa no se queda ahí. También les dan vales para que se den un baño, se corten el pelo, vayan con un médico y tomen un curso de “habilidades de vida”. Después, en Pixza buscan oportunidades laborales para ellos, dentro y fuerza de la empresa. En resumen, es un sistema de empoderamiento social.

Además, tienen una plataforma de crowdfunding muy divertida llamada Horno social, en la que cualquier persona o grupo puede presentar un proyecto. Si es aprobado, les prestan el local por un mes, para que lo decoren como quieran y para que vendan un “sabor” de pizza personalizado. Al final, las ganancias de esas rebanadas especiales van para financiar la idea. Por ejemplo, ya pasaron por acá los de la revista Mi Valedor.  

Bueno, pero nada de esto funcionaría si las pizzas no estuvieran sabrosas. Hay de chapulines, cochinita, tamal, tinga de conejo, cecina enchilada, chicharrón prensado, chorizo verde y rojo, chile relleno y milanesa de pollo. Están tan ricas como suenan. El que se vendan por rebanada las hace prácticas y convenientes (¿quién quiere comprometerse con una pizza entera?). El local es chiquito y, como también venden chelas –artesanales–, se atasca. Pero qué bueno: entre más comensales, más ayuda.
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Pixza
Liverpool 162 B,  Juárez; 5207 0287.
Martes de 13 a 21 h, miércoles de 13 a 22 h, jueves de 14 a 23 h, viernes y sábado de 14 a 00 h, domingo de 14 a 20 h.
pixza.mx