En estas elecciones: ¿votar o anular?

Para muchos ciudadanos ese es el dilema al que se enfrentarán el próximo domingo.

Fotos: Cuartoscuro.
Fotos: Cuartoscuro.

Hoy se cierra el ciclo de 43 días de proselitismo electoral, un tiempo durante el cual los candidatos a puesto de elección recorrieron calles, tapizaron la ciudad con sus rostros e hicieron promesas para convencer a los ciudadanos de que les otorguen su voto. Eso termina, pero entres los ciudadnos de a pie continúan otras campañas: las que promueven o critican el voto nulo. Sobre todo en redes sociales.

En Facebook, Twitter y blogs toma cada vez más fuerza la discusión sobre si apoyar o no el voto nulo.

El sitio anulatusvotos.com, la página de Facebook “Voto nulo 2015” o los hashtag #YoAnuloMiVoto son sólo algunas de las plataformas utilizadas por los ciudadanos que impulsan la anulación del voto. Entre ellos una de las más defiende esta postura es la analista Denise Dresser.

De la misma forma, hay una corriente ciudadana que utiliza las redes sociales para criticar a quienes promueven el voto nulo. Entre ellos, el académico de la UNAM, Roberto Duque.

Fotos: Cuartoscuro.
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HERENCIA DEL 2009

La primera vez que en México tomó fuerza una iniciativa ciudadana para impulsar el voto nulo, utilizando las redes sociales, fue en las elecciones del 2009. En ese entonces, recuerda el activista y entonces promotor del voto nulo Jesús Robles Maloof, el movimiento surgió porque todo “el andamiaje político hacía necesaria y urgente una reforma electoral; ésta se dio y no constituyó una mejora sustancial, los partidos no redujeron su financiamiento, al contrario, lo aumentario y ese reclamo sigue presente”, reconoce.

A pesar de que Jesús Robles Maloof fue uno de los promotores más visibles de la anulación del voto en 2009, él reconoce: “nunca he votado nulo… Pero considero que el voto nulo es válido; las críticas a quienes lo promueven ahora son injustificadas… El voto nulo es producto de una reflexión profunda. Y quizá, quienes lo promueven son más idealistas que nosotros, los que sí votamos por algún partido”.

Maloof señala que el voto nulo “sigue molestando a un sistema político que es indefendible”; además, resalta, que toda la efervecencia en las redes sociales sobre el voto nulo es una muestra de que “la clase política está en verdadera crisis”.

José Antonio Crespo, catedrático del Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE), se identifica con el “movimiento del nulismo”, al considerarlo como una opción válida para acabar con la idea de votar “a fuerza por alguno o por el menos malo”.

El voto nulo, explica, es considerado como una expresión de castigo al sistema político, ya que, contrario al abstencionismo, se demuestra el descontento sin dejar de participar en la vida electoral.

Crespo aclara que no existen efectos jurídicos o reales en el voto nulo; aunque, reconoce, sí sirve para que se reste legitimidad a la manera en que se conducen los partidos y para que se realicen mejoras a la Ley Electoral, como asegura, sucedió en el año 2010, luego de que en las elecciones de 2009, el índice de votos nulos alcanzara el 6% a nivel nacional.

Quien no está de acuerdo con el voto nulo es Genaro Lozano, exmiembro del movimiento #Yosoy132. Desde su perspectiva, debe existir una organización real detrás del llamado al voto nulo, para que el movimiento tenga objetivos, propuestas y exigencias para que el sistema político mejore en todos los sentidos.

“Esta ocasión el voto nulo no está acompañado por un grupo de activistas que traten de articular una agenda, como sí ocurrió en el 2009”, resalta.

El también catedrático de la Universidad Iberoamericana considera importante que la gente estudie las propuestas y vote razonadamente; si finalmente decide anular su voto, que se comprometa a impulsar una agenda posterior a la elección del próximo 7 de junio.

“Que sea una acción informada, que vote por alguien no sólo porque es guapo o guapa, que piense que a este país le hacen falta contrapesos para la ALDF, Congreso y en las delegaciones”, señala.

El consejero del Instituto Electoral del Distrito Federal (IEDF), Carlos González, considera que anular el voto “es invalidar tu condición ciudadana, no tiene ningún efecto jurídico ni institucional. Quizá un efecto mediático o público, pero no incide en términos de la construcción de la representación de los partidos”, comenta.

González y Lozano coinciden en que para la anulación del voto tenga injerencia en el proceso se necesita una reforma legal que distinga entre voto nulo y voto inválido.

En España, por ejemplo, si el porcentaje de voto nulo supera el de los partidos políticos, las elecciones se repiten, ya que se toma en cuenta que existe un descontento de los electores.

 

 

DATOS

9.8% fue el porcentaje de voto nulo en las elecciones para delegado, en 2009.

11.44% fue el porcentaje del voto nulo para diputados de representación proporcional, en 2009.

1.8% fue el porcentaje del voto nulo en las elecciones a jefe de gobierno de 2012.

 

 

VOTO X VOTO

Estas son las diferencias entre anular o invalidar un voto.

VOTO NULO: el ciudadano anula su voto al tachar toda la boleta, escribir sobre ella alguna leyenda de protesta o nombre de persona no registrada.

VOTO INVALIDO: son boletas en las que se tachan dos candidatos o el nombre de un candidato y un partido que no lo representa.

 

LA VARIEDAD DEL VOTO

La Ley  General de Instituciones y Procedimientos Electorales (LGIPE) vigente en México contempla 17 tipos de voto.

Voto partidista: A favor de una expresión partidaria.

Voto apartidista: En contra de una expresión partidaria.

Voto diferenciado: Se vota por diversos partidos en puesto de representación.

Voto válido: Cuenta en la definición de las elecciones.

Voto inválido: No cuenta en la definición de las elecciones.

Voto nulo: No tiene validez.

Voto por candidato no registrado: Se puede emitir por cualquier nombre o personaje, pero no tiene validez.

Voto por candidato independiente: Nueva figura apartidista

Voto por coalición: Cuando dos expresiones partidistas apoyan a un mismo candidato.

Voto útil: Define una elección

Voto presencial: Se ejerce en las casillas

Voto por correo: Lo pueden ejercer los ciudadanos mexicanos que viven en otro país.

Voto electrónico: Se puede hacer a través de internet

Voto libre: Debe ser así para todo mexicano

Voto informado: Analiza las opciones

Voto comprado: A cambio de dádivas

Voto corporativo: Condicionado e inducido, se da entre miembros de diversos gremios.

Fuente. Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales (LGIPE)