Fallas que infectan VIH

Desde hace 15 años hay protocolos para evitar la transmisión del virus de madres a hijos, pero en la capital esas reglas no se siguen en la totalidad de los embarazos.

Desde hace 15 años, México tiene protocolos para atender a embarazadas con el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) y evitar que éstas lo transmitan a sus hijos. En la capital, autoridades locales aseguran que estas prácticas han reducido el número de contagios, pero organizaciones civiles advierten que persisten fallas en el sistema de salud y, con ello, en prevenir la transmisión a recién nacidos.

No existe una cifra oficial de las infecciones causadas por fallas médicas. El gobierno federal indica que, hasta el 13 de noviembre, este año se han registrado 29 transmisiones verticales en todo el país —menos que las 47 de 2014 y las 64 de 2013—, aunque no especifica el origen de la transmisión. Sin embargo, en el DF algunos ejemplos de errores médicos han sido documentados por la Comisión de Derechos Humanos local (CDHDF).

El caso más reciente —por el que en mayo se emitió una recomendación a la Secretaría de Salud (Sedesa)— fue el de una mujer de 22 años a quien personal del Hospital Gregorio Salas le negó atención, bajo los argumentos de que su embarazo no había llegado a término y de que en ese momento el centro no tenía especialistas.

La mujer acudió entonces al Hospital Materno Infantil Inguarán, donde tuvo un parto natural. Sin embargo, la CDHDF determinó que debía haber tenido una cesárea. También, que no habérsela practicado puso en riesgo su salud y ahora obliga a monitorear constantemente el estado del menor para verificar si desarrolla sida o no.

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Para la organización civil Balance, son tres las principales fallas del sector salud en esta materia: 1) que la prueba rápida de detección del VIH no está disponible para todas las embarazadas, 2) que el personal de los hospitales y clínicas discrimina a estas pacientes y 3) que no hay abasto suficiente de fórmula para leche.

“Todavía hay mucha desinformación, miedo. Los protocolos para estos casos los desconoce el personal de primer nivel de los hospitales infantiles. Las medidas que se deben tomar durante el parto y la lactancia no se están siguiendo. Todo esto es por falta de coordinación y capacitación al personal para no discriminar a las mujeres”, dice Gabriela García, asesora del programa de Balance para salud sexual y reproductiva de las mujeres, VIH y sida.

Antonio Medina, especialista en derechos humanos, coincide también en la importancia de proveer a las madres con el VIH de fórmula para leche y otros insumos, puesto que la leche materna contiene altas cargas del virus.

Medina explica que, cuando una mujer no encuentra fórmula en las instituciones públicas ni tiene dinero para comprarla, puede preferir amamantar a su hijo —aunque esto implique infectarlo— que dejarlo sin comer. Otro escenario ocurre cuando la mujer encuentra fórmula pero no tiene medios para prepararla.

“Supongamos que [una madre con el VIH] tiene acceso a fórmula, pero se enfrenta al grave problema de falta de agua en muchas zonas de la ciudad”, dice.

La Sedesa destaca avances

Frente a las críticas al sistema de salud, el médico Edwin López, de la Clínica Especializada Condesa (CEC), dependiente de la Sedesa, asegura que la institución tiene cada vez más demanda —con un incremento de 569% en los servicios de detección solicitados desde 2008 a la fecha— y trabaja con eficiencia.

Como ejemplo, menciona que este año se han atendido a 41 embarazadas con el VIH y que, de ellas, 31 ya dieron a luz a niños sanos, mientras se da seguimiento a las 10 mujeres restantes.

“La paciente sigue la misma cascada de atención, la única diferencia es que en ella se tratan de agendar las citas de forma inmediata. Todas tienen consultas de ginecología, medicina interna, odontología, salud mental y nutrición”, dice López, quien detalla que la mayoría de los casos atendidos corresponde a mujeres diagnosticadas con el VIH cuando ya estaban embarazadas, y sólo una pequeña proporción corresponde a mujeres que se sabían portadoras y decidieron embarazarse.

Este lunes, previo al Día Mundial de la Lucha contra el Sida, el GDF inauguró otra clínica especializada en el VIH en la delegación Iztapalapa. Con lo anterior, de acuerdo con las autoridades capitalinas, se conseguirá duplicar el número de consultas y llegar a la población del oriente de la Ciudad de México, donde se estima que hay más personas en situación vulnerable porque viven en pobreza o consumen drogas.

Mientras tanto, López subraya que en la capital las pruebas de detección son gratuitas, al igual que las consultas y los medicamentos antirretrovirales, con la finalidad de contener un virus que en la capital padecen alrededor de 40 mil personas y, en todo el país, 225 mil.

Prevención

Médicos dan estas sugerencias para que las personas sepan con rapidez si tienen el VIH:

  • Desde que inician su vida sexual, en la que se recomienda evitar los encuentros sin protección, los hombres y las mujeres deben realizarse periódicamente pruebas de detección de enfermedades de transmisión sexual.
  • Uno de cada dos portadores del VIH ignora que lo tiene. Esto lleva a que estas personas se enteren hasta que padecen síndrome de inmunodeficiencia adquirida y a que reciban atención médica tardía.
  • Toda mujer embarazada debe exigir a sus médicos que, desde sus primeros chequeos, se le aplique una prueba del VIH. Si el resultado es positivo, con esto se logrará eludir complicaciones que pongan en riesgo tanto a la mujer como al bebé.
  • Las madres con el VIH deben evitar amamantar a sus bebés, puesto que la leche materna contiene altas cargas del virus. Las autoridades de salud deben garantizar el abasto de leche de fórmula para los recién nacidos de estas mujeres.
  • En México, la dotación de medicamentos antirretrovirales debe ser gratuita, sea a través de instancias federales o locales. En el Distrito Federal, este lunes el gobierno capitalino inauguró una clínica en Iztapalapa.

Desde el Caribe, un caso de éxito

Cuba se convirtió este año en el primer país del mundo en eliminar la transmisión vertical del VIH —de madres a hijos—, según reconoció la Organización Mundial de la Salud (OMS). La nación alcanzó esta meta aplicando medidas para asegurar que las embarazadas tengan acceso temprano a atención prenatal y practicando pruebas reactivas a las mujeres y a sus parejas. La OMS busca que la aplicación de acciones de este tipo sea una tendencia global, con la que se logre disminuir la transmisión del virus.