Ocho referencias sonoras que todos los chilangos oyentes ubicamos y que son parte fundamental del soundtrack de nuestras vidas
Tururú
Cada vez se escucha menos en nuestro querido Metro, pero alguna vez fue el sonido que anunciaba qué estación seguía. Ahora precede algún anuncio del conductor, el cual jamás se entiende.
Camotero
Esos carritos de camotes asados son horribles y maravillosos a la vez. Por un lado, anuncian un delicioso manjar (sin albur). Por otro, emiten uno de los sonidos más estridentes y molestos.
Se compran…
Sampleado y remixeado hasta el cansancio, el pregón pregrabado de “Se compran colchoneeeees” aún nos despierta cada mañana, a pesar de la amenaza por desaparecer estos camiones.
La campanita
El “ding ding” de la basura nos hace fruncir la nariz porque sabemos el olor que se aproxima, pero al mismo tiempo corremos a sacar las bolsas de desechos para que no se apeste la casa.
Cómo te voy a olvidar
En pachangas chaca o fiestas fresa por igual, el “Tararará-tada-tada-ta” con el que empieza “Cómo te voy a olvidar”, de Los Ángeles Azules, es la señal oficial defeña de que llegó la hora de bailar.
El gaaaaaas
Puede que ya tengas tanque estacionario, pero todos alguna vez tuvimos que perseguir al del camión que pasaba una vez a la semana y anunciaba su presencia con un vozarrón: “¡El gaaaaaaas!”.
El rumor del tráfico
El oído de los capitalinos ha evolucionado de tal forma que el ruido infernal del tráfico es una especie de arrullo para nuestros cerebros mutantes, casi como esas grabaciones relajantes de olas.
Tamales oaxaqueños
Un clásico que se niega a morir. Lo más triste es cuando su publicidad es #FakeNews. Mientras imaginas un tamal gigante de mole en hoja de plátano, llegas al carrito y solo hay uno reseco.
