Fuertes Indicios

PONCHIS

 Contamos con fuertes indicios de que empresarios de antros en la Colonia Roma aprovechan el cambio de poder en la Ciudad de México para reabrir sitios que han sido calificados como “trampas mortales”.

Como ejemplo se encuentra el Bar Walther, en la calle Oaxaca,  que había sido clausurado por la Comisión Federal de Protección Contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS) dado que expendía alcohol a menores de edad y permitía que se fumara al interior.

Sin permiso, el sitio reabrió el fin de semana. Ahora Miguel Ángel Mancera habrá de poner atención en problemas como éste y coordinarse con el jefe delegacional en Cuauhtémoc, Alejandro Fernández.

El mismo gobernante local ha dicho que se atenderían las demandas ciudadanas. Aquí tiene una: no permitir que los bares como el Walther cierren después de las 3 de la mañana.

LÁBARO

Hay fuertes indicios de que Marcelo Ebrard se llevó un elemento muy importante para él de su oficina del Antiguo Palacio del Ayuntamiento.

Se trataría de una bandera de México que le ha acompañado a lo largo de sus más de 25 años como servidor público.

El sueño de Ebrard es ahora dirigir al Partido de la Revolución Democrática y lanzarse a un recorrido por todo el país en busca de simpatías.

Su objetivo es colocarse la banda tricolor en los comicios presidenciales del 2018 y llevar a Palacio Nacional el pabellón tricolor que ahora se fue en una caja.

DOC

Parece que el Secretario de Salud del Distrito Federal, Armando Ahued Ortega, no supo del cambio de poder en la Ciudad de México.

Y es que el galeno no dejó de trabajar un sólo día y en esas se enteró de que Mancera lo ratificó en el cargo.

Ahora Ahued deberá hacer efectiva su promesa de volver obligatorio el chequeo médico anual a todos los habitantes y hacerlos corresponsables de su salud.

También ofreció abrir los 220 centros de salud en dos turnos, matutino y vespertino, principalmente por dos objetivos: que las personas no tengan pretexto para no acudir a atenderse y disminuir la demanda en las salas de urgencias de hospitales por pacientes que presentan “urgencias sentidas” o “urgencias menores”.

Ahora el galeno deberá pedir a los diputados locales que no se hagan ojo de hormiga con el presupuesto.

 

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